21 febrero 2007

JUSTA INDIGNACIÓN

Ahora que tengo un poquito de tiempo, a pesar de mis obligaciones ‘domésticas’, quiero reanudar mi página con un chiste que he oído esta mañana. Espero que les guste y sonrían, por lo menos un ratico.

Ahí va:

"La cuerda con la que se quería colgar de un árbol un deseperado, se rompe y éste se pega una buena costalada contra el suelo.

-¡Maldita sea! – exclama indignado.

¡Por poco me mato!"

Hasta otro día. Mis saludos a los lectores pacientes…

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