Hacia el día 23 de junio ppdo. publiqué un comentario de las cartas que escribían las ‘chachas’ y los ‘militares sin graduación’, alias “soldadito español” cuando venían del pueblo a servir a
Pues bien, en una de ellas se leía algo parecido a los apartados que pongo a continuación. Era la de una madre que le escribía a su querido hijo único cuando se encontraba haciendo la 'mili'. Léelos con tranquilidad y no te rías mucho porque entonces no había casi radio ni tele y el ‘personal’ de los pueblos tenían bastante con saber leer, escribir y algo de cuentas.
Decían así:
- Te cuento que el otro día hubo una explosión por el gas de la cocina y tu padre y yo salimos disparados por el aire cayendo fuera de la casa. ¡Qué emoción! Era la primera vez que tu padre y yo salíamos juntos en muchos años.
- Hablando de tu padre, ¡Qué orgullo! Te cuento que tiene nuevo trabajo con cerca de 500 personas debajo de él. Lo han cogido de cortacésped en el cementerio.
- A quien nunca hemos visto más por acá es al tío Venancio, el que murió el año pasado.
¿Véis como no es para reirse? Yo me he echado unas buenas carcajadas al escribirlo y pido perdón a todos los que haya podido ofender. ¡Mea culpa!
merecía la pena ese préstamo.