Composición del autor, como casi siempre.
Celebrando por todo lo alto, como se merece este CUARTO ANIVERSARIO de la creación de mi blog, no quiero que falte un chistecito que se suelen contar los religiosos conventuales en el rato de ocio del que disfrutan diariamente. Por supuesto, los chistes y anécdotas que cuentan tienen siempre un color blanco radiante. Casi todos ellos han pasado muchos años, algunos más de cincuenta, en países misionales como Ruanda, Congo, Perú (Selva), Colombia, Senegal, etc… Tienen un sin fin de anécdotas muy aleccionadoras que encandilan a los oyentes pero, al mismo tiempo muy graciosas y ahora aprovechan para evocar esos recuerdos.
El chiste dice así:
Al morir los religiosos y presentarse ante San Pedro, este les preguntaba por sus méritos en la Tierra de promisión. Del resultado del test, el Portero Mayor, les obsequiaba con un coche de distinta marca y categoría según la ‘puntuación’ obtenida y luego pasaban a gozar de la eterna bienaventuranza. Allí se encontraron dos religiosos con un currículum extraordinario y los dos conducían un magnífico automóvil. Se saludaron afectuosamente y uno le hace una confidencia al otro diciéndole con voz susurrante:
“He visto pasar a mi Superior… en bi-ci-cle-ta”.
El oyente no pudo contener la risa y soltó una carcajada que se oyó en todo el firmamento.
¿Lo habéis entendido? Muy fino, ¿verdad?
Nos leemos otro día.........................¡Hasta pronto!
P.D.- Los maños no son como son, sino como se les mete en la cabeza que deben ser