Siguiendo un poco en la línea de mis anécdotas familiares, un sobrino me pidió que contara alguna suya con su gemelo. Le pedí que la escribiera él y ahí la inserto. ¡¡¡Va por Vds.!!!
“Viviendo en Pamplona con unos 8 ó 9 años, fuimos con mamá a comprarnos unos equipos de fútbol del Osasuna. Hacía tiempo que los estábamos pidiendo.
Los compramos en una tienda de deportes, de toda la vida, en el casco viejo, cerca de la tienda de ropa de la tía Sure.
Nos los dieron en dos bolsas de deportes blancas, de aquellas con dos asas y cremallera por arriba. A los lados ponía en letras grandes negras, “Larraona” que era el colegio al que íbamos.
Regresamos a casa tan contentos, ya teníamos un equipamiento en condiciones.
Al día siguiente fuimos a coger el autobús del colegio, a la esquina de
Avenida
No debimos de dormir bien aquella noche, con la ilusión del estreno del equipamiento de fútbol, porque tomamos el autobús dejándonos las bolsas de deportes al pie de la parada y no nos dimos cuenta de que no las llevábamos hasta que llegamos al colegio.
Cuando volvimos del colegio las buscamos por los alrededores pero no estaban.
No llegamos a estrenarlos y… no nos compraron otros. Nos dimos por contentos de que todo quedara así y no hubiera los temidos castigos maternos.”
¿Les gustó?
PROBLEMA
Nos leemos otro día. Adiós
3 comentarios:
por si sirve de consuelo algún otro niño se encontró no con una, sino dos vestimentas de Osasuna. Que contento se pondría. :)
desde el psicoanálisis, a lo mejor es la causa de la posterior aversión al deporte que desarrollaron. Creo que actualmente uno de ellos la ha superado. (je,je,je....)
Ah..... claro, la anecdota de las bolsas de futbol. Y yo llevo dos semanas dandole vueltas a la cabeza. ¡Que carita de buenos tenían en la foto!
La Peralina
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