10 marzo 2010

CONFESIÓN MERECIDA

Dibujo de El Baturro 2. Color, El Baturro 1.

Un campesino viejo acudía a confesarse una vez al año, en Pascua Florida, y, a pesar de tan largo intervalo, al hombre se le venía la casa encima cuando llegaba la fecha de cumplir con la obligación. Sobre todo se le hacía muy cuesta arriba permanecer ante el confesionario más de diez o quince minutos. Por eso ideó un truco, que le salió mal. Pensó:

"Merendaré ajos, cebollas, tomates y pimientos y, por evitarse el olor, el cura me despachará enseguida"

Y así lo hizo. Se puso perdido de cebollas y ajos y acudió a la parroquia. Se acercó al confesionario y dijo:

-Ave María Purísima…!!!

El confesor que era Don Lorenzo, muy socarrón y sin contestar a la salutación mariana, exclamó:

-¡AH, GRANUJA, QUÉ BIEN HAS "MERENDAÚ"!

Y allí lo tuvo al pobre hombre más de cuarenta minutos. Merecido, ¿no?

Nos leemos otro día.....................¡¡¡Hasta pronto!!!

P.D.- ONDEANDO: Por dónde voy?


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