26 noviembre 2013

DERECHO A COCINA

Fotomontaje de El Baturro
En estos tiempos modernos nos vamos acostumbrando a oir que, Fulano De Tal y Fulanita de Tal, que tan bien se llevaban en el matrimonio durante 23 años ahora se han separado. ¡Normal!
Entonces, digo yo, ¿para que escribo esta página que se supone es de humor, si esto es tan normal?
Os lo explico:
Es normal lo anterior, pero, hay circunstancias que hace que no sea lo habitual.
Por ejemplo:
EL otro día me enteré de un matrimonio que se habían separado después de 30 años de convivencia pero como el piso estaba registrado a nombre de los dos, a partes iguales, y no teniendo otro para independizarse, decidieron seguir viviendo juntos pero separados, es decir, no se saludaban, no compartían lecho, no usaban el salón sino las semanas alternas cada uno, no compartían el baño puesto que cada uno tenía el suyo (echado a suertes), SÓLO compartían LA COCINA.
Ja, ja, já...
A esta situación, real como la vida misma que se dice, El Baturro le llama:
VIVIR JUNTOS CON DERECHO A COCINA,
igual que hace muchos años de alquilaban habitaciones a parejas con la misma condición.
Buenas tardes y....................... ¡hasta otro ratico!

P.S.- Hay dos tipos de esparadrapo: el que no se pega y el que no se puede despegar.

VIRUS OKUPA


Como no me quieren entrar las fotografías, al cambiar de sistema operativo en mi PC, ruego os imaginéis un joven en la cama con la cara roja por la fiebre alta y muy triste por haber caído enfermito.
¡Gracias por vuestra ''composición de lugar''!


Hoy, cuando acompañaba a misa a mi amigo Félix (95 años) comentábamos cuánta gente joven hay ahora que coge ese ''virus okupa'' que se mete en nuestros cuerpos sin pedir permiso o, al menos llamar a la puerta y que te hace estar devolviendo hasta la primera papilla infantil. Eso es delictivo, se llama ''allanamiento de morada'' pero, tal como está la cosa  hoy, nos callamos y sufrimos sus consecuencias olímpicamente o estoicamente, como gustéis.
 Creo que algunos de estos males en la juventud provienen de que no toman un poco de vino TINTO en las comidas o durante las conversaciones en el bar.
He de deciros (confidencialmente) que a mí me empezó a gustar el vino TINTO cuando cumplí los 50 calendarios y ahora es cuando mejor me encuentro de salud. ¿Será así o no?
Buenas noches y....................     ¡hasta pronto!
P.S.- Si cambias de cola en el supermercado, la que acabas de dejar avanzará más rápido.

POST DATÍSIMA: Gracias a una ayuda de mi sobrino, experto en estas lides, ya veis que he publicado la fotografía indicada. ¿Coincide con vuestra imagen?. Me alegro.