Composición del autor.
Recuerdo que hace unos cuántos años, mi hermano Luis estuvo de profesor de Física Nuclear en la Universidad de Quito (Ecuador). Le costó algún tiempo acostumbrarse a la altura de esta ciudad (2.800 m. sobre el nivel del mar), e incluso tomó o masticó coca para evitar el mal de altura.
Me contaba, que una de las cosas que más llamó su atención fué el no ver moverse a los ciudadanos con paraguas, como si fuera un accesorio fuera de uso, es decir, 'descatalogado'. ¿Motivo? Todo el mundo usa prendas aptas para la lluvia y además, cuando se produce este fenómeno, suele ser de corta duración; la gente pasea deprisa o se refugia en algún portal y luego, cuando cesa la lluvia vuelve a caminar sin más temor a mojarse. El sol vuelve a lucir con toda su intensidad y entonces la ropa se seca enseguida y se quedan tan fresquitos para seguir paseando.
Curioso, ¿verdad?
1 comentario:
Igualico, igualico que lo que pasa en Donostia .....
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