Fotografía del autor. Uso privado.
Cuando uno sale de casa a pasear simplemente por tomar un poco el aire, se observan muchas cosas curiosas que son difíciles de pasar por alto.
Esta mañana, después de acompañar a mi amigo Félix a dar un paseo, al tomarme un vinito blanco en el bar de costumbre, vean ustedes/vosotros lo que ví.
Se permitió entrar en el barecito una paloma macho o hembra, no pude observarlo. Véanla en la fotografía tan tranquila y campechana. No pidió nada en la barra porque creo que tenía bastante aperitivo con los trocitos de pan o, digo yo, de las patatas fritas que van cayendo al suelo.
Era un poco descarada pues después de liquidar los restos de la alfombra, se permitió el lujo de meterse hasta el fondo del local, paseándose por debajo de las mesas ya vacías por la hora.
Debía encontrarse a gusto pues aunque le hacíamos señas para que saliera, no nos hizo ningún caso y tuvo que salir la cocinara para expulsarla casi violentamente.
¡Curioso, ¿verdad?, pues ahí queda constancia del hecho!
2 comentarios:
En estos tiempos en que los Ayuntamientos están buscando sistemas para eliminar un procentaje grande de palomas, esta que has fotografiado se ha permitido el lujo de tomarse un piscolabis en el Bar. Que valentía y atrevimiento.Que le aproveche. Está muy graciosa y tranquila. Muy lograda la foto.
En estos tiempos hay que estar con el 'disparador' siempre listo. Nunca se sabe lo que puedes ver 'curioso' o 'trágico'. En Pamplona también van bajando el número de palomas.
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