PREFERENCIAS SENILES

Dibujo y composición del autor

 Conforme nos vamos haciendo mayorcitos, es decir, llevamos más 'calendarios' sobre nuestras espaldas. Si usted tiene ya cumplidos más de 75, comprobará que nos vamos acostumbrando a ciertos hábitos y preferencias que cito a continuación:

. Tenemos nuestro templo para orar y en él siempre el mismo sitio. Si alguna vez está ocupado por una persona desconocida, se nos pone mala cara.

. Tenemos nuestro 'pobre' preferido al cuál le damos una pequeña limosna porque se nos ablanda el corazón. El pobre nos lo agradece con una sonrisa y nos quedamos tan satisfechos de haber hecho una buena obra.

. Tenemos nuestro 'viejito' amigo al que sacamos a pasear un rato por las mañanas cuando hace buen sol. Nuestra conversación le hace recordar muchas cosas antiguas que nos narra repetidas veces. Pero está muy bien esta obra de caridad porque se le ve contento.

.Tenemos nuestra cafetería o 'tasca' donde nos tomamos un vinito antes de regresar a nuestro domicilio y empezar a degustar las viandas de la primera comida.
       Podría citarle más hábitos, pero prefiero que los recuerde Ud. mismo, haga a continuación su examen de conciencia y descúbralos.

¿Han salido muchos?, ¿Pocos?

¡Qué raricos nos estamos volviendo!

 

INCONGRUENCIA

Pista de tenis. Uso privado.

Estos días hay cantidad de deporte en lo que llamábamos hace unos años "la caja tonta". El Baturro no se ha perdido ninguna de las retransmisiones, allí vió partidos de pelota vasca intensos de emoción; tenis desde Madrid a tope y, como no, los toros desde la Plaza de Las Ventas en plena capital del Reino.

Aparte de practicar el "sillón ball", tan nocivo para los maduritos de edad, he observado el comportamiento de los locutores en las distintas retransmisiones. En casi todas ellas han estado perfectos de comentarios, aclaraciones sobre posibles dudas en la interpretación de alguna jugada, valoración técnica de lo realizado por los "actores" de estos bellísimos espectáculos, etc...

Me ha llamado mucho la atención que, en juegos cono el Tenis, donde a los espectadores se nos exige un silencio sepulcral antes del saque del jugador de turno, los comentaristas no han dejado de platicar, hasta el punto de tener que silenciar el sonido del televisor para que no nos desconcentraran a los televidentes tan 'metidos' en el partido en juego. ¿Por qué esa pequeña falta de respeto hacia los que nos desojamos siguiendo con toda atención la evolución de estos eventos?

Les ruego desde esta pobre página que tomen nota y se limiten a hacer sus comentarios en momentos en que al público asistente también se le permita hablar.

Otro día les comentaré los "presagios" de los narradores de los encuentros que en bastantes ocasiones se permiten augurar el fácil triunfo previsto del jugador favorito. Casualidad, pero en numerosas ocasiones basta con que digan que lo tiene fácil para que se compliquen los hechos y el jugador empiece a sufrir para sacar adelante el partido.

¿Está Vd. de acuerdo?

Hasta otro ratico.