Hoy no voy a escribir ninguna anécdota curiosa, simplemente me limitaré a poner esta fotografía, sacada sobre las 12 horas, estando muy próximo a un edificio emblemático de la ciudad, cuyo nombre no menciono para preservar su intimidad (como se dice en las ‘revistas del corazón’).
Está tomada con una cámara de bolsillo, digital, por supuesto.
En la luna situada en el hall del edificio no mencionado, se refleja perfectamente otro que era, hasta hace poco tiempo, del Estado y que los habitantes de la urbe lo reconocerán con toda precisión.
Hasta otro día que no sé cuando será, pero tengan paciencia, por favor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario