ANÉCDOTA TINERFEÑA

Ocurrió en Santa Cruz de Tenerife. Desde hace ya muchos años la gente bien se iba a pasar los inviernos a las Islas Canarias, por el tiempo bonancible y por la tranquilidad que allí se respiraba.
Los turistas acudían menos que ahora pero siempre se veían bastantes. Uno de estos era un japonés muy simpático y dicharachero, al cual le gustaba entablar conversación con los nativos, es decir, con los tinerfeños, también conocidos como chicharreros.
Un buen día nuestro turista tenía prisa y tomó un taxi para trasladarse de una punta a otra de Santa Cruz. Mientras iban 'de viaje' el japonés observó un vehículo Toyota que les adelantó y comentó sin tardanza:

"Vehículo japonés..., muy rápido, muy rápido."

El conductor no hizo ningún comentario y continuó su marcha sin inmutarse.
Un poco más adelante se cruzan con un coche Mitsubishi y el turista oriental dice muy contento:

"Vehículo japonés..., muy rápido, muy rápido"

Una vez más el piloto siguió impertérrito.
Cuando por fin llegan al punto de destino, el tan repetido extranjero pide la cuenta:

- ¿Cuánto le debo?
- Son 500 pesetas, señor.
- ¡Mucho, mucho! ¿No le parece mucha cantidad?
Acto seguido el taxista, sin casi dejar hablar al pasajero dice con alegría:
- Taxímetro japonés, señor..., muy rápido, muy rápido.

Ni que decir tiene que el deudor pagó lo que debía, esta vez sin demostrar ningún gozo.

Nos leemos otro día....................Adiós...

P.D.- Cuando las mujeres comienzan a tratarte de Vd. es que ya empiezas a ser mayorcito.

LISTILLO???

Dibujo realizado por "El baturro 2". ............................Como casi siempre.

Estando trabajando yo en la ciudad histórico artística de Salamanca, me gustaba, como a casi todos, salir por la tarde a dar un paseo por el casco urbano. Cuando no tenía mucho tiempo, debido a mi arduo trabajo (Je,je...), lo hacía por el barrio de Garrido, próximo a mi residencia, y allí me tomaba un 'pinchito' o dos en un bar, especializado en callos a la madrileña, con una mini caña de cerveza.
Pues bien, situado ya frente a la barra y sin contertulios conocidos alrededor, pedí la consabida especialidad con su elemento líquido/gaseoso de cerveza. Debo decir que el producto era exquisito pero, ¡de repente! veo un díptero llamado mosca reposando plácidamente en la salsa de los callos y pensé , raro en mí, que podía beneficiarme de su oportuna o inoportuna visita.
¿Qué hice? La cosa era fácil. Fuí comiendo de la parte que no afectaba para despertar a la mosquita y, cuando ya me iba acercando peligrosamente... avisé con toda educación al camarero de la barra señalándole con el índice -que para eso está- el lugar donde se encontraba el pequeño animalito. El camarero, muy atento él, se disculpó de mil formas y me agradeció el que le avisara sin dar 'publicidad' al hecho. Acto seguido, se metió en la cocina y me obsequió con otra espléndida ración.
¡Qué bien! ¿Verdad? Pues lo bueno fué que a la hora de soltar la 'mosca', valga la expresión, no me quiso cobrar nada, ni de la antigua ración/tapa, ni de la reciente. ¡¡¡Gracias!!!

Practicar vosotros pero sin pasarse ¿eh?.

Nos leemos otro día......................Adiós.

P.D.- Es mejor callar y que piensen que eres un idiota a hablar y demostrarlo.

CARICATURA

Hace un rato, mientras intentaba recordar alguna de las anédotas ocurridas a lo largo de mi escasa vida (je,je), se me ha ocurrido poneros un pequeño acertijo.

¿Quién es la persona de la cabecera?

Creo que es una pregunta facililla, así que animaros a enviar vuestras respuestas. Esto me servirá de comprobante de cuántos ven/leen este

'MI BLOG'

Nos leemos el sábado ¿eh?.....................Adiós.

P.D.- Un abrazo vale mil palabras. Un amigo más.

PARTIDO DE FUTBOL

Hace ya bastante tiempo, unos 25 añicos, presencié un partido de fútbol en la antigua y bella ciudad de Puente la Reina (Navarra), punto de paso del Camino de Santiago.
Se celebraba un partido de fútbol con equipos locales entre lo cuales existía mucha 'rivalidad', sus aficionados eran verdaderos 'fans'.
El encuentro transcurría bien, hasta que el señor árbitro empezó a cometer errores de bulto que perjudicaban a uno de los equipos y fué entonces cuando parte del público empezó a gritar:

¡Al Arga..., al Arga..., al Arga...!

Con el estruendo de las voces, los sonidos del bombo (como el marianico aragonés), los silbidos y demás ruidos, no se entendía muy bien la letra de este estribillo así que, el director de juego prolongó más tiempo del debido el partido estimando que gritaban:

¡Alarga..., alarga..., alarga...!

hasta que, harto ya de correr y silbar pitó el final.
Fué entonces cuando se interpretó bien la letra. ¿Qué pasó? Pues que el moderador fué echado al río Arga, río que riega esta ciudad.

Nos leemos otro día.................................Adiós.

P.D.- De mucho trabajar no se muere nadie.. pero por las dudas, mejor no arriesgarse.

ANÉCDOTA ESCOLAR

Uno de los recuerdos escolares, cuando estudiabamos mi hermano (El baturro 2) y yo en el Colegio del Salvador de nuestra querida Zaragoza es que, como no éramos lo que se dice unos niños prodigio, sino todo lo contrario, teníamos que ingeniárnoslas para salir adelante en los exámenes orales (de pizarra y clarión -alias tiza).
Pues bien, cuando estaba en el 'escenario' uno de los dos y no sabía la solución a la pregunta formulada, que había de ser escrita en el encerado, se volvía hacia los alumnos y reclamaba apoyo logístico, que se dice ahora. ¿Cómo hacíamos para transmitir y recibir la respuesta? Muy sencillo.
Conocíamos perfectamente el lenguaje de la mano, es decir, posiciones de este apéndice para 'escribir' las letras. Mediante este medio de transmisión nos 'decíamos' rápidamente la respuesta y el preguntado escribía ésta en la piazarra. Nos ayudaba a realizar esta acción de comunicaciones el hecho de estar el 'profe' detrás de los escolares, así no veía los gestos del que prestaba apoyo.
He de decir que han sido muchas las ocasiones en las que hemos salido airosos del formulario de cuestiones pizarriles.

Nos leemos otro día.....................Adiós

P.D.
Dijo en la cumbre mi orgullo:
-¡Pocos han llegado aquí!
Y, en esto, pasó volando
un insecto sobre mí.