25 enero 2008

ANÉCDOTA TINERFEÑA

Ocurrió en Santa Cruz de Tenerife. Desde hace ya muchos años la gente bien se iba a pasar los inviernos a las Islas Canarias, por el tiempo bonancible y por la tranquilidad que allí se respiraba.
Los turistas acudían menos que ahora pero siempre se veían bastantes. Uno de estos era un japonés muy simpático y dicharachero, al cual le gustaba entablar conversación con los nativos, es decir, con los tinerfeños, también conocidos como chicharreros.
Un buen día nuestro turista tenía prisa y tomó un taxi para trasladarse de una punta a otra de Santa Cruz. Mientras iban 'de viaje' el japonés observó un vehículo Toyota que les adelantó y comentó sin tardanza:
"Vehículo japonés..., muy rápido, muy rápido."
El conductor no hizo ningún comentario y continuó su marcha sin inmutarse.
Un poco más adelante se cruzan con un coche Mitsubishi y el turista oriental dice muy contento:
"Vehículo japonés..., muy rápido, muy rápido"
Una vez más el piloto siguió impertérrito.
Cuando por fin llegan al punto de destino, el tan repetido extranjero pide la cuenta:
- ¿Cuánto le debo?
- Son 500 pesetas, señor.
- ¡Mucho, mucho! ¿No le parece mucha cantidad?
Acto seguido el taxista, sin casi dejar hablar al pasajero dice con alegría:
- Taxímetro japonés, señor..., muy rápido, muy rápido.

Ni que decir tiene que el deudor pagó lo que debía, esta vez sin demostrar ningún gozo.

Nos leemos otro día....................Adiós...

P.D.- Cuando las mujeres comienzan a tratarte de Vd. es que ya empiezas a ser mayorcito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo me di cuenta de que me hacia mayor cuando me pidió la hora un niño llamándome de usted, o de señor.
Típico, pero cierto, no?