Dibujo realizado por El Baturro 2. Color: El Baturro Allá por los años 55-60, cuando nuestra edad era la adecuada para 'ligar', los amigos nos reuníamos en casa de alguna amiga con el fin de pasar una tarde de fiesta charlando, bailando al son de un tocadiscos, merendando, etc... La tertulia que seguía cuando ya estábamos cansados y se formaba el corro 'familiar' se aprovechaba para charlar, no de política (no existía entonces esa palabra), casi ni de fútbol, pero sí algo de religión y cosas de la vida. Solíamos demostrar nuestras habilidades interpretando obras a la guitarra y siempre actuaba la clásica 'niña bien' que tocaba el piano, casi el único estudio permitido a las damas entonces, aparte de lo que se llamaba "Cultura general". No faltaba quién presumía de vate chistoso y recitaba alguna poesía tan infantil como la que os transcribo a continuación:
Yo tuve seis hijos allá en la montaña,
desde pequeñitos yo les enseñaba con bastante maña.
Todos descendían de una madre honrada
igual que del techo desciende la araña.
Mas pasado el tiempo se hicieron mayores
lo mismo les pasa a los peces, lo mismo les pasa a las flores.
Y llegó el momento de elegir carrera…
y en una mañana muy cruda, yo los reuní todos a mi vera.
- Ahora me entran dudas si era verano, o era primavera –
Tú, Obdulio, le dije al pequeño, tienes para pensarlo hasta el mes de julio.
Mas vosotros, hijos, poneros en cola…
e ídmelo diciendo cuando esté yo sola.
Y fueron pasando, pasaban mis hijos,
aquellos hoy grandes, pero ayer canijos.
De todos oía la misma respuesta,
que era, más o menos, parecida a esta.
“Yo quiero ser caco, porque es mi ilusión, fumar buen tabaco.”
-Pues yo he visto un caco fumando ideales, decía su madre
para convencer a aquellos chavales.-
Y ellos me decían: “Eran ideales, caldo de gallina,
que fuma la gente que va a la oficina, y se diferencia de los ideales que fuma el obrero en que las estacas no son las corrientes, son… de gallinero…”
¡ Yo estaba ya negra…!!!
Cojiendo una estaca, que había en la mesa,
de un cuarterón de los de ración, les dije:
“Pues yo he visto un caco fumando colillas en una ocasión…”
“Eso no es extraño, decía Luisín, un chaval pequeño,
el mejor cigarro de una cajetilla, cuando se consume,
termina en colilla…”
Y viendo que tenían razón, les dije:
“Si todos os hacéis ‘cacos’, yo…
me haré... ‘caca’.”
Se acabó por hoy, no quiero cansaros más con mis 'tonterías de humor'.
Nos leemos otro día........................Hasta pronto!!!
P.D.- He de aclarar para los que no tenían edad de conocer el tabaco negro de aquellos tiempos, que tanto los Ideales como los Cuarterones eran tabacos con estaquillas y trocitos cúbicos de madera abundantes, lo cual hacía más laboriosa la 'confección' de los cigarrillos, hechos todos a mano, naturalmente, mientras se iniciaba uns conversación o se tomaba uno un descanso en el trabajo. VALE/