… que las amas de casa, cuando se les termina el aceite de la botella que venían usando, la ponen
boca abajo para que no perder ni una sola gotita del dorado líquido?
Creo que lo mismo tenían que hacer con las de vino. A lo mejor no se han dado cuenta de que una
botella de litro de aceite vale, por lo menos, un euro o euro y medio menos que la del precioso
fluido que es el vino (3/4 de litro).
¿Serán reminiscencias de nuestros antepasados no muy lejanos? ¡¡Tal vez!!!
… que hay algunas personas no muy bien educadas que, cuando quieren hacer una gracia y te
llaman por teléfono, lo primero que sueltan es: “¡¡¡A qué no sabes quién soy!!!”
Ante esta pregunta tan impertinente, mi tío (muchos años en altos cargos de
respondía: “Ni lo sé, ni me importa” y colgaba.
… que, en general, los ciclistas circulantes por las vías urbanas, cuando no lo hacen por la acera,
sino por la calzada, no quieren considerarse vehículos de tracción animal (racional, por supuesto)
y se saltan los semáforos en rojo o en cualquier color que estén y las señales de dirección prohibida?
Esto conlleva un peligro incrementado para los confiados conductores de otros vehículos, sobre todo
en los cruces con otras vías.
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