15 octubre 2008

ANÉCDOTA GIGANTES

Fotografía y composición de El Baturro 1

He convocado, como en una selección de fútbol, a mis mejores neuronas; la A, la G y la Z, para que me ayuden a recordar algunos ‘sucedidos’ graciosos de mi vida pretérita. ¡Qué cursi es El Baturro!

Reunido todo el colectivo (como se dice ahora) de células cerebrales normales y con la aportación de las seleccionadas, pasadas unas 3 ó 4 horas, me vino a la RAM, perdón, memoria, la siguiente anécdota:

Todos sabemos la gran afición y lo que gusta sacar los gigantes en las fiestas patronales de las villas y pueblos de toda España. Los mocetes, si no tienen miedo a los ‘kilikis’ o a los gigantes, lo pasan muy bien y gozan aunque reciban algo porrazo de los simpáticos cabezudos.

Los gigantes llevan un ventanuco, para que vea el que los porta dentro, que se sitúa, aproximadamente donde tenía que estar la bragueta. De ahí viene esa frase tan oída en la Ribera de “Escucha por la bragueta, como los gigantes”. Quien escucha es, por lógica, el que va dentro, no el gigante de cartón.

Me voy a referir a lo que ocurrió, creo que era en Tafalla o en Tudela. En fin, el lugar no viene al caso porque la gracia es la misma ocurriera donde ocurriera.

<<Salieron durante las fiestas patronales la comparsa de gigantes y cabezudos sobre las 9 horas, como todos los días, y estuvieron haciendo las delicias de los chavales y… mayores, sí, mayores, que también a estos les gusta. Es costumbre, dado el peso de los gigantes, el descansar después de recorrer un trecho de unos 50 a 60 m. Hicieron el alto reglamentario o reglamentado (como dicen en el fútbol), y mira por dónde, un porteador de un gigante vió a un amigo suyo que estaba contemplando la ‘procesión gigantil’ y que había ido al pueblo a saludar a los de su cuadrilla, a comer bien, a no faltar a la procesión del Santo, etc…. Como no podía gritar su nombre porque no le oiría, no se le ocurrió otra cosa que sacar un brazo por la gatera (léase ventanuco), que le permitía ver y caminar sin pegarse un traspié, y mover la mano para que se fijara su amigo.

El guardia municipal de servicio que acompañaba a la comparsa, con el celo habitual y viendo que unos mocetes se acercaban mucho al gigante les gritó:


“¡¡¡Cuidado, apartaros, muetes!!! que va a mear el gigante”>>


¿Qué os pareció? A que tiene su gracia.

Nos leemos otro día..................................¡¡¡ Hasta pronto !!!

P.D.- ¿Te acuerdas, mi amor, qué felices éramos hace seis años? -¡Pero si no nos habíamos casado! -Por eso, cariño, por eso.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Fué en Tudela.