26 noviembre 2010

AGRADECIMIENTOS

En nombre de la madre de "El baturro" quiero daros las gracias más sinceras por las numerosas felicitaciones recibidas, en la fotografía superior figuran los nombres de los que enviaron, a través de varios medios, sus afectuosos deseos para ella. De todos ha recibido cumplida información y se vió muy contenta por el cariño demostrado, más que cuando abrió una cajita de bombones y exclamó:

"¡Oh! ¡Oh! ¡Bombonessss!!!".

!GRACIAS A TODOS!

Nos leemos otro día..................¡Hasta pronto!

16 noviembre 2010

FELICITACIÓN

Fotografía y composición del autor

Como en años anteriores, desde la creación de mi blog, doy a mis pacientes lectores la oportunidad de felicitar a la madre de "El baturro" utilizando el apartado 'Comentarios'.

Nombre:

María del Carmen

La fecha tan feliz para el autor y familia es el:

25 de noviembre.

Años vividos hasta ese día:

104.

Gracias anticipadas a todos.


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Nos leemos otro día....................¡Hasta pronto!

15 noviembre 2010

RECORDANDO


En estos tiempos en que estamos en plena crisis, me viene a la memoria lo que nos contaba nuestro tío de Tudela Don Estanislao, a la sazón Veterinario de esa ciudad, allá por los años 1939 al 1948 largos, en los pueblos de la zona media de Navarra. Él se refería concretamente al pueblo de Olite, donde tantas y tantas anécdotas se producían cada día por lo guasones y chistosos que eran los naturales y a la sazón, vecinos.

No quiero haceros esperar más y allí va el relato del tío Estanis, como cariñosamente lo llamábamos:

"Érase una familia no muy acomodada económicamente hablando, pero de muy buen corazón. Tenía tres niños pequeños preciosos, juguetones y listos. En la escuela no veían una calabaza en sus notas quincenales que con toda equidad ponía la maestra, cuyo no nombre no recuerdo; ¿era Doña Emilia? o tal vez ¿Doña Gestrudis?, en fin, no caigo; pero no tiene ninguna importancia porque el argumento de la anécdota no tiene nada que ver con los profesores.
La escasez de alimentos en esos años era moneda corriente, existían las 'Cartillas de Racionamiento' que permitían adquirir los productos básicos para poder comer por lo menos una vez al día. El padre de estos mocetes se las veía y se las deseaba para satisfacer el apetito de los hijos, y de la mujer, las tres veces al día que era costumbre ingerir. Para paliar esa falta de liquidez adquisitiva, un día se las tuvo que ingeniar y 'parió' una idea que solo le dió resultado al primera vez que la empleó. Era la siguiente:

A la hora de la cena ofreció a sus 'moetes' una moneda de 20 céntimos de peseta a cada uno que no cenara, ante tal propuesta, los tres accedieron a percibir semejante pago que su padre lo hizo con inusitada rapidez. Finalizada la frugal cena -sobre todo para los muchachitos- se fueron corriendo a la cama con el fin de que su estómago no les avisase de que tenía hambre.

Al día siguiente, a la hora de desayunar, se sentaron todos alrededor de la mesa, como era costumbre, y el padre, todo solícito las había preparado un suculento desayuno. Se sentaron cada uno en su sitio y empezaron a lamerse los labios pensando en lo gustuso del menú, pero hete aquí que el padre, poniéndose en pie junto a la mesa dijo con voz firme:


"El que quiera desayunar tendrá que poner encima de la mesa 20 céntimos"


¿Qué es esto, padre? Pero como el hambre podía más que el amor a las pesetas, tuvieron que dehacerse de la moneda recibida la noche anterior recuperando así el progenitor los 60 céntimos 'gastados'".

Buena idea para ahorrar unos céntimos, ¿eh?.

Nos leemos otro día...............................¡¡¡Hasta pronto!!!

P.D.-Los maños no son cortos, son justos.

01 noviembre 2010

¡¡¡PA QUE TE CHINCHES!!!

Dibujo y color del autor

Hace ya unos cuantos días que no publicaba nada y el otro día, un buen amigo me contó un hecho que, por sorprendente, quiero narrarlo a ver qué os parece.

< A un ciudadano de esta ciudad de Pamplona, tan querida para 'El baturro', le pusieron una multa municipal, no sé si por aparcar mal, por rebasar la velocidad establecida o qué otro motivo. El caso es que el sudodicho habitante se enfadó mucho, mucho, mucho, hasta tal punto que, a la hora de ir a cancelar/abonar la sanción lo hizo con monedas de céntimo y dos céntimos de euro. Os figuráis lo que es pagar una sanción de 30 euritos con estas moneditas, pues 3.000 unidades de 1 céntimo. Pienso yo en la paciencia y mala le.... que tendría para hacer semejante colección.
Bueno, el caso es que nuestro protagonista se presentó cargado con esa mercancía en la Oficina Recaudatoria y le tocó a una amable señorita hacerse cargo del importe de la denuncia. ¿Creéis que la démina se alteró al ver la fechoría que intentaba hacer el 'pagano'? Pues no, como su obligación en el puesto que ocupaba era recaudar en efectivo, con la sonrisa a flor de labios se dispuso a contar el dinero recibido y con toda calma fué contando y arrastrando a una caja, colocada sobre sus piernas, las moneditas que había volcado el pagador encima del mostrador.
Pasó una hora..., pasó casi la segunda hora..., y cuando ya se había terminado el 'metal' le dijo al ciudadano:

"Faltan dos euros y sesenta céntimos, señor"

Ante la cara de sorpresa y después de discutir sobre si estaba bien el importe, al no llegar a un acuerdo, la funcionaria municipal echó sobre el mostrador todo lo contado y empezó el recuento de nuevo. Me imagino que el caballerete habría perdido la cara de sorna para tranformarla en cara de 'cabreo'.

Transcurrido otro largo tiempo se dió por terminada la cuenta con resultado satisfactorio, es decir, las monedas sumaban exactamente lo reflejado en el papelito de la sanción. Extendido el correspondiente recibo y cancelada la multa, el individuo abandonó el recinto.>
Supongo que otra vez que le toque abonar una denuncia se lo pensará mejor.

¿Quién creeís vosotros, amados lectores, que le gastó la broma; el ciudadano o la funcionaria?
Nos leemos otro día..............................¡¡¡Hasta pronto!!!

P.D.-Los maños no son tozudos, son las paredes las que no se apartan.