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Acabo de regresar de Playa de Isla (Cantabria) y quiero poneros una cosa muy curiosa que obsevé en ese lugar, muy tranquilo, por supuesto, donde se pasan las horas sin irar el reloj.
En la calle Juan Hormaechea podéis comtemplar el letrero que anuncia una residencia para Personas Mayores, hasta aquí nada anormal. Lo bueno viene ahora: ¿habéis observado las escaleras de acceso al edificio? Más de 30 escalones por una escalera metálica colocada sobre la fachada principal. Hay que hacer notar que para acceder a la planta baja hay también unos cuantos peldaños. ¿A quién se le ocurrió esa idea como no sea nada más que por 'fastidiar' y obligar a los 'mayorcicos' a hacer ejercicios violentos a ver si consiguen ponerse 'en forma'?
Menos mal que mi preocupación momentánea se relajó al ver esa parejita de 'enamorados' paseando por debajo de esos árboles tan románticos.
¿Qué os parece?
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