Dibujo y composición del autor.
El estar en la playa a nuestra edad un poquito avanzada, léase 82 añitos, y con nuestras limitaciones (se me luxa el brazo izquierdo al intentar nadar crol o espalda) hace que disfrutemos a nuestra manera. ¿Por qué digo esto? Todos sabéis que la tercera edad nos convierte un poco en niños, cosa no mala pues nos alegra cualquier cosita de humor igual que cuando éramos pequeños. Esto nos hace gozar en el agua marina con poca cosa.
Podéis contemplar la forma más antigua de los pequeños de remojarse alternativamente uno a otro, así como las caras gozosas de ambos contendientes.
Hasta otro ratico.
2 comentarios:
Jajajaja, Jajajaja, ya mabria gustao ver ese baño.
... y bañarme.
Asi fue de verdad y lo disfrutamos como camellos. No nos dio ningún reparo que alguien lo tomara a broma,lo pasamos fenómeno y nos remojamos a gusto con el agua salada.
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