Uso privado
Me gusta redactar las páginas de mi blog directamente en el PC, no quiero hacer borradores en papel y luego transcribirlos, porque parecería demasiado preparado. Prefiero la espontaneidad de la redacción según vienen las ideas a la mente. Dicho ésto inicio mi página de hoy.
Cuando oigo hablar de que ahora pagamos impuestos por todo, me viene siempre a la memoria lo sucedido días después de comprar un aparatito de radio el año 1949. Exactamente el modelo que figura en la fotografía arriba: Radio Telefunken; útil para ser escuchada enchufándola a 125 voltios de corriente alterna o corriente continua de la misma tensión, no había en los domicilios electricidad a 220 v., pensaban que era peligrosa tan alta tensión, pero si había energía a 120 voltios con corriente continua, es decir, con polaridad en cada cable, de tal modo que en los aparatos no podías cambiar el positivo por el negativo. Esta radios, que yo he montado más de 20, se llamaban de corriente Universal porque servían para los dos tipos de corriente.
Hasta aquí, nada especial, un aparatito del siglo pasado con 68 años de antigüedad; ahora viene lo bueno. Seguir leyendo...
Un día de un mes del año 1949 adquirí, con el ahorro de muchas 'pagas semanales', el Radio Receptor de válvulas electrónicas TELEFUNKEN, modelo 'Cariño', dotada con Onda Media y Onda Corta, no existía en España la Frecuencia Modulada ni mucho menos el sistema DAB (Radio Digital). La llevé a casa, la probé y la disfruté durante cinco, seis u ocho días. Pasado ese tiempo, y cuando ya casi no me acordaba del precio del aparatito, se presentó un Inspector de la Hacienda Pública. Ni que decir tiene que fué recibido con toda cortesía por mis padres pero no por mi parte, que me llevé un susto morrocotudo pensando en si me iban a detener por haber dejado de cumplir algún 'precepto' de Hacienda. La cosa no era grave, SÓLO era que no había pagado en la tienda donde lo adquirí, el Impuesto de LUJO del radio receptor y pasaba a cobrarlo todavía sin recargo. Total, no se fueron 12 o 25 pesetas, que aboné sin rechirtar y la cosa quedó ya zanjada para la eternidad. ¡Ya había cumplido con Pascua, perdón, con Hacienda.
¿No las parece a Vds que el pago por una radio modestita como 'Impuesto de Lujo' nos hace carcajearnos a boca batiente ahora, en pleno siglo XXI?
Cuando oigo hablar de que ahora pagamos impuestos por todo, me viene siempre a la memoria lo sucedido días después de comprar un aparatito de radio el año 1949. Exactamente el modelo que figura en la fotografía arriba: Radio Telefunken; útil para ser escuchada enchufándola a 125 voltios de corriente alterna o corriente continua de la misma tensión, no había en los domicilios electricidad a 220 v., pensaban que era peligrosa tan alta tensión, pero si había energía a 120 voltios con corriente continua, es decir, con polaridad en cada cable, de tal modo que en los aparatos no podías cambiar el positivo por el negativo. Esta radios, que yo he montado más de 20, se llamaban de corriente Universal porque servían para los dos tipos de corriente.
Hasta aquí, nada especial, un aparatito del siglo pasado con 68 años de antigüedad; ahora viene lo bueno. Seguir leyendo...
Un día de un mes del año 1949 adquirí, con el ahorro de muchas 'pagas semanales', el Radio Receptor de válvulas electrónicas TELEFUNKEN, modelo 'Cariño', dotada con Onda Media y Onda Corta, no existía en España la Frecuencia Modulada ni mucho menos el sistema DAB (Radio Digital). La llevé a casa, la probé y la disfruté durante cinco, seis u ocho días. Pasado ese tiempo, y cuando ya casi no me acordaba del precio del aparatito, se presentó un Inspector de la Hacienda Pública. Ni que decir tiene que fué recibido con toda cortesía por mis padres pero no por mi parte, que me llevé un susto morrocotudo pensando en si me iban a detener por haber dejado de cumplir algún 'precepto' de Hacienda. La cosa no era grave, SÓLO era que no había pagado en la tienda donde lo adquirí, el Impuesto de LUJO del radio receptor y pasaba a cobrarlo todavía sin recargo. Total, no se fueron 12 o 25 pesetas, que aboné sin rechirtar y la cosa quedó ya zanjada para la eternidad. ¡Ya había cumplido con Pascua, perdón, con Hacienda.
¿No las parece a Vds que el pago por una radio modestita como 'Impuesto de Lujo' nos hace carcajearnos a boca batiente ahora, en pleno siglo XXI?
¡ Qué viejito soy! Hasta otro ratico.
1 comentario:
Yo también tube una de esas, igualita y la recuerdo con mucho cariño y efectivamente me hicieron pagar el Impuesto de Lujo. Cuando llegó la TELE incluso pedian permiso para entrar en casa y comprobar el modelo que tenias para fijar el precio del LUJAZO. Pues no nos riamos mucho porque llevamos camino de que se acuerden de ese Superimpuesto. Un saludo.
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