ANÉCDOTA ESCOLAR

Uno de los recuerdos escolares, cuando estudiabamos mi hermano (El baturro 2) y yo en el Colegio del Salvador de nuestra querida Zaragoza es que, como no éramos lo que se dice unos niños prodigio, sino todo lo contrario, teníamos que ingeniárnoslas para salir adelante en los exámenes orales (de pizarra y clarión -alias tiza).
Pues bien, cuando estaba en el 'escenario' uno de los dos y no sabía la solución a la pregunta formulada, que había de ser escrita en el encerado, se volvía hacia los alumnos y reclamaba apoyo logístico, que se dice ahora. ¿Cómo hacíamos para transmitir y recibir la respuesta? Muy sencillo.
Conocíamos perfectamente el lenguaje de la mano, es decir, posiciones de este apéndice para 'escribir' las letras. Mediante este medio de transmisión nos 'decíamos' rápidamente la respuesta y el preguntado escribía ésta en la piazarra. Nos ayudaba a realizar esta acción de comunicaciones el hecho de estar el 'profe' detrás de los escolares, así no veía los gestos del que prestaba apoyo.
He de decir que han sido muchas las ocasiones en las que hemos salido airosos del formulario de cuestiones pizarriles.

Nos leemos otro día.....................Adiós

P.D.
Dijo en la cumbre mi orgullo:
-¡Pocos han llegado aquí!
Y, en esto, pasó volando
un insecto sobre mí.