30 junio 2009

LAS MANOS

Decía el otro día al presentaros las sillas tan curiosas, que esa parte del cuerpo humano no era precisamente una belleza.
Pues bien, hoy os quiero escribir un poco sobre las manos.
Estando trabajando en Salamanca y ocupando un puesto de responsabilidad, fuí invitado por la Universidad Pontificia de Salamanca a la inauguración del curso académico 1990-1991. Presidía la apertura la Infanta Cristina y asistieron todas las autoridades del momento.
Como es costumbre en estos acontecimientos, uno de los actos relevantes es la 'Lección Magistral' dada por un destacado catedrático de la misma o invitado. En esta ocasión correspondió al Dr. D. Alfonso Ortega Carmona , catedrático de Filosofía y Filología Clásica, y habló de un tema cuyo título era: "Elogio de las manos en Grecia y...". A pesar de que el tema podía parecer un poco soso y poco atractivo, debo decir que fué una de las mejores conferencias a las que he asistido. Resultó atractivo desde el principio hasta el final. Nos deleitó a todos los presentes tanto por su contenido, muy interesante, como por su perfecta dicción* y la ovación final fué de las de un extraordinario concierto, sólo faltó gritar algún "¡Bravo!". La seriedad del acto no permitía esa efusión de nuestro ánimo.

Entre otras cosas, quiero recordar alguna frase que se me quedó grabada, por ejemplo,

"... en las culturas orientales jugó importante papel simbólico la mano, por ejemplo, cuando el Rey Hammurabi , en pie ante el dios sentado, recibe el más antiguo Código de Leyes, mientras alza su mano derecha a la altura de la boca, signo de sumo respeto y de aceptación completa y sin reserva."
"... la razón buscadora de la existencia necesaria de la mano y de los encomios a ella brota del descubrimiento griego de que la naturaleza concedió solo al hombre el instrumento de la mano con dedos separados que le daban movilidad y una posibilidad múltiple para crear la civilización y la cultura."

No quiero cansaros, pero sí recordar que ya la mediciana científica, a partir de Hipócrates (460 a.d.Cr.) no se cansa de ponderar la prodigiosa formación de la mano y su intervención en la curación de enfermedades, entre ellas, pueden eliminarse con la recta aplicación de la mano en determinados órganos invadidos por la dolencia.

Otro día seguiré.

Nos leemos otro día.............................¡¡¡Hasta pronto!!!


P.D.- Amigo reconciliado, chocolate recalentado
*. El profesor ha impartido numerosos curso de retórica, entre ellos cabe citar las lecciones dadas al Ex Presidente Clinton.

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