24 octubre 2009

CURAS CURIOSOS


Dibujo gentileza de "El baturro 2".


Siempre me han gustado las historias de 'curas' cuando son tratados con elegancia y respeto, por eso quiero recordaros algunas de las que vengo escuchando desde hace muchos años y que recuerdo con humor.

Vamos allá:

Todos sabéis y si no os lo digo yo, lo poquísimo que cobraban las curas en los pueblos, hoy día tampoco es mucho, pero gracias a los estipendios pueden sobrepasar el SMI (salario mínimo interprofesional), que si bien no les llega para muchos caprichos, al menos pueden comer todos los días, como todo ser humano debe hacer.

Por los valles de la montaña oscense, como en la ribera de Navarra y en todos los pueblos de geografía española, hace muchos, muchos años, las misas se celebraban sin sermón, también llamada homilía, y sólo los días de festividades muy señaladas, como las fiestas, contrataban algún sacerdote de fama en su oratoria para que predicara. En uno de los pueblos, cuyo nombre no viene a cuento, vivía uno de estos clérigos de prestigio entre toda la comarca. Cuando le proponían asitir a una celebración especial que precisaba un buen "sermón de campanillas" él siempre preguntaba: ¿Cuánto?, y el representante enviado de la aldea le decía, por ejemplo; pues unos 20 euros (lo traduzco a moneda actual para darle más realidad). El contestaba: No, si yo he dicho ¿cuándo?. Esto le servía para valorar la oferta hecha y excusarse con alguna otra obligación adquirida si la cantidad no le gustaba, o bien, aceptarla inmediatamente si era muy del agrado de su propia 'valoración'.

Original ¿no?. Bueno, pues otro día os contaré una frase muy sarcástica que dijo un párroco a sus feligresas un domingo en la misa principal o mayor.

Nos leemos otro día........................¡¡¡ Hasta pronto !!!

P.D.- La dejo para más adelante, ahora estoy muy concentrado en la quiniela del sábado/domingo.

1 comentario:

SUSO dijo...

Muy aleccionador este chascarrillo que seguro procede de una realidad. Muestra una gran inteligencia el aludido sacerdote. Gracioso también el dibujo que lo acompaña.