12 marzo 2013

ANÉCDOTA HOSPITALARIA

Dibujo de El Baturro 2. Color de EL Baturro 1.


Me lo contaba el otro día una enfermera experimentada.
Composición de lugar: Pasillo y habitación hospital.
En el pabellón de enfermos con Alzheimer, éstos suelen hacer un uso frecuente del llamador a la enfermera de turno. El joven que ocupaba nuestra habitación pasó a su baño y cuando terminó accedió de nuevo a su habitáculo. Al observar su cama llamó, y cuando fue contestado por la auxiliar de enfermería le dijo:

“Tengo un hombre en mi cama”

La auxiliar colgó rápidamente sin darle ningún crédito a lo que oía.

Pasados 3 minutos, volvió a sonar la ‘ayuda’. Contestado por segunda vez, escuchó:

“Tengo un hombre en mi cama, venga enseguida”

Ante este nuevo SOS, fue la enfermera la que acudió a la habitación del paciente y…¡cuál no sería su sorpresa, cuando vio un hombre metido en la cama del titular de la habitación.

¿Qué había pasado?

Sencilla solución; el usurpador de la cama ajena era otro paciente de la misma planta que había salido a dar un paseo por el pasillo y, al querer volver a su sitio debió de abrir varias habitaciones, pero al estar las camas ocupadas, continuaba a otro aposento. Cuando encontró una cama vacía, se abalanzó sobre ella y se introdujo en la misma con toda naturalidad.

Sentencia final: el paciente fue ingresado en el pabellón psiquiátrico.
Buenas noches y.......................¡hasta otro ratico!


P.S.- Si no aprendes a confiar en los demás, difícilmente lograrás que ellos confíen en ti.
 

1 comentario:

Bisiesto dijo...

Pues como decía el chiste : Estaría loco pero no era tonto, que pronto encontró dónde dormir.......