21 noviembre 2014

REAL COMO LA VIDA...



Me contaba un buen amigo, que él tenía como subordinado en el trabajo, allá por los años 1940, a un mocete jovencito recién venido del pueblo. Trabajaba con mucha voluntad e iba progresando en su cometido de auxiliar de oficina.
Un día le pidió permiso para ir a su pueblo con el fin de asistir al funeral de un íntimo amigo de la familia. Se le concedió la autorización y, al día siguiente, cuando se incorporó al trabajo, le preguntó:
“¿De qué falleció vuestro gran amigo?"
Y el mocete, ni corto ni perezoso, le contestó:
“’De repente’, debe ser una enfermedad nueva”
Raro, pero real como la vida misma.
Buenas tardes y... mediten sobre estas enfermedades raras.

1 comentario:

Bisiesto dijo...

También caían del RARO " cólico miserere " ....