05 mayo 2007

ANÉCDOTA PERSONAL

Hoy quiero contarles una pequeña anécdota que me pasó en un comercio de la bella ciudad en donde resido.

Estaba yo en la cola, como tantas veces, para comprar una cajita de pastas. No existe el clásico ‘turno de cupones’ y por lo tanto siempre preguntamos quién era el último. Una vez contestada mi pregunta, me coloqué en mi sitio y esperé a que me llegara la ‘vez’. Todavía me quedaban por delante unas 2 ó 3 personas, cuando entró una hermosa dama, con melena rubia, alta (como yo) acompañada se su marido, que discretamente se quedó junto a la puerta de entrada (con cara de circunstancias). Era la siguiente a mí en el turno reglamentario.

Fueron entrando más clientes y la cosa iba bien, hasta que, mira por dónde, la mencionada ‘rubia’ empezó a mirar el mostrador moviéndose de un extremo al otro. El que esto escribe –barruntando la jugada- le dejaba ir de un lado a otro fijándose en su cara tan difícil de describir, pero que a mí me hacía mucha gracia. ¿Por qué? Yo la miraba de reojo y observaba los esfuerzos que hacía, mirándome de vez en cuando para ver si me daba cuenta de sus ‘ineducadas intenciones’. Lo pasé ‘pipa’, como dicen los jovencitos.

Por fin, llegó el momento de pedir mi encargo cuando… ¡ella!, ¡la muy tunante! levantó el brazo y saludando a la dependienta como si la conociera de toda la vida, le empezó a pedir los dulces artesanos que deseaba adquirir. YO… LA DEJÉ COLARSE, primero, porque no perjudicaba a otra persona, al ir seguidos en el orden y segundo, porque se merecía ese premio después de los ‘esfuerzos’ que había hecho para adelantarse y ganar cinco minutos de espera. Además, he de confesarles que disfruté mucho viendo sus artimañas.

Que conste, antes de cerrar esta página, que en varias ocasiones, no he permitido la alteración de la prioridad conseguida al entrar, antes que otra persona, en cualquier establecimiento.

Recuerdo mis tiempos de menos joven, que como no era corriente el ver a los hombres hacer 'compras', las damas se sentían como un poco cohibidas al no poder hablar de “sus cosas” y enseguida cedían la vez al caballero. ¡Benditos tiempos para los varones!

Hasta otro ratico, en que nos volveremos a leer.

Un saludo.

PROBLEMITA

Hoy no es un problema, es una forma rápida de hallar el cuadrado de los números que terminen en 5 y que no sean muy altos, con el fin de aumentar la rapidez mental.

Si Vd. quiere calcular el cuadrado del número 25, por ejemplo, no tiene nada más que hacer la siguiente operación (sin usar lapicero):

Súmele al 2 que va delante del 5, una unidad......... 2+1=3

Multiplique el número resultante por el que hay..... 3x2=6

Bien, pues a este número 6 le añade siempre el 25, detrás... quedará 625 Compruébelo.

Otro ejemplo: Cuadrado de 45 4+1=5 5x4=20 Resultado... 2o25

¿Le gustó? Dígamelo utilizando el 'comment'.

Dibujo de El Baturro 2


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Graciosa la anécdota y práctico el sistema de los cuadrados. Un saludo.

Anónimo dijo...

¡Que morro el de la rubia! No le tenías que haber dejado colarse. Por cierto Baturro, ¿eres el de la boina? Je, je.
La Peralina

El baturro dijo...

Noooooo...! Soy el 'calvo'.
Gracias por tu fidelidad, Peralina.
Un saludo.