05 noviembre 2008

ESTUDIOS MOLESTOS

Dibujo de El Baturro 2. Color El Baturro 1

Situémonos en el año 1977. ¿Ya? ..........Pues sigamos.

Mi amigo Guillermo (+2008) tenía uno de los hijos que estudiaba violín en el Conservatorio Superior de Música de Zaragoza. Como cualquier alumno que se precie, tenía que hacer sus prácticas durante un mínimo de 1 hora en casa y por lo tanto, por muy comprensivos que fuesen, los ocupantes de las otras viviendas del inmueble, se le quejaban de los ‘ruiditos’ tan molestos que se oían en sus domicilios, según ellos, llenos de silencio y paz ????

Un buen día, cuando nos dirigíamos andando de la fábrica donde trabajaba mi amigo hacia su casa, salió a relucir el tema de los progresos de su hijo, candidato a ser un músico profesional, y de las continuas quejas que recibía de sus convecinos. En esto, nos topamos con un guardia municipal y la ocasión fué propicia, Guillermo se dirijió hacia él y le preguntó con toda su candidez a qué horas se podía tocar el violín en casa, el agente, casi sin dejarle pronunciar toda la frase le contestó sonriente: "Va usted aviado, mire, desde las 8 hasta las 24 horas..."

Ante tan feliz aclaración, continuamos gozosos nuestro camino hacia su casa.

Pero no era esto exactamente lo que yo quería contaros. Me vino a la memoria después de oir al agente de la autoridad. Ocurrió en el domicilio de otro conocido que, al igual que Guillermo, también tenía un retoño que también 'acariciaba' el violín pero a este los vecinos no lo soportaban y la instaban a su padre que cesara en la interpretación de tan 'ruidoso' concierto. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el hijo tomó una decisión drástrica, tomó la puerta y con el violín en la mano, abandonó el domicilio paterno y se bajó a la calle; sacó el violín, puso el atril con la lección de turno, extendió abierto el estuche del preciado instrumento y comenzó a estudiar la partitura. ¿Qué pasó? Lo insospechado. Los paseantes se le quedaban mirando/escuchando un rato y... además algunos echaron monedas como si se tratara de un mendigo músico profesional (de la mendicidad, claro).

Ni que decir tiene que el mocete, una vez terminada la interpretación de la lección 32, pongo por caso, se incorporó tan contento a su refugio paterno después de disfrutar de esta experiencia económicamente rentable.

Por cierto: ¿sabéis alguno con cuántos decibelios puede sonar un violín? Si alguno lo conoce, espero me lo comunique mediante un 'comentario'. ¡¡¡Gracias!!!

Nos leemos otro día..........................¡¡¡Hasta pronto!!!

3 comentarios:

Enrique Muñoz Bordonaba dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Amigo Fernando:
¿Pueden ser 70 dB?

Saludos

El baturro dijo...

70 dB viene a ser el nivel de una oficina ruidosa o cuando vamos dentro de un coche en pleno tráfico urbano. No lesiona pero si es molesto. Gracias y un saludo.