Fotografía del autor año 2012.
Cuando leí la noticia que les voy a redactar no sabía si llorar; carcajearme; reir a pierna suelta; tener compasión de los redactores o qué hacer.
Les cuento: No hace muchos días el Gobierno Balear dictó unas normas, no sé con qué rango, si Decreto, Ley o lo que sea, en las que definía cómo iban a ser las nuevas Corridas de Toros en las Isles Balears, o algo así. ¿Qué consignaban? Varias cosas, como por ejemplo: Las corridas no podrán durar más de 10 minutos por toro 'lidiado'; no se podrá picar al 'bichito'; no se le podrán poner banderillas; el 'maestro' lo toreará tal cuál salga de toriles tanto con la capa como con la muleta; no se le intentará matar con el estoque (dudo que se pueda emplear ese artilugio songriento); el toro será devuelto a los corrales y llevado al campo de donde proceda.
Yo me pregunto: ¿Eso es una corrida de toros o es una bufonada taurina?
La justificación de tales normas venían aclaradas diciendo que, al no tener jurisdicción la Autonomía para suprimir tales eventos taurinos, sí podían cambiar el Reglamento Taurino. Totalmente incierto por ser el espectáculo un 'espectáculo nacional' que depende del Gobierno de la Nación (España, por si hay dudas).
Esto me recuerda aquella anécdota infantil en que la madre le decía al hijo pequeño que se les hacía tarde para llegar a Misa el domingo, y el niño, ingenuo él, le propuso:
"Mira mamá, la solución es bien fácil, retrasa el reloj 5 minutos
y así llegaremos a tiempo"
Comparen Vd,s las mentalidades de ambos, ¿a que son parecidas?