Me contaba un profesor de Autoescuela, con mucha experiencia en este trabajo, que un día de examen para la obtención del Carnet de conducir, iban en el vehículo; el conductor aspirante, el profesor y, por supuesto el examinador.
No sé cual era el sexo del alumno, puesto que no le ví el DNI. No piensen mal. En el DNI se recoge el sexo de la persona, y es el certificado que acredita esta condición, que ahora se puede cambiar y actualizar sin necesidad de operación previa.
Pues bien, a lo que íbamos. Circulaban por una de las calles de la ciudad cuando el examinador le dijo bruscamente al examinando:
“¡La primera a la izquierda!”.
De repente se paró el coche casi en seco y los ocupantes se sobresaltaron, naturalmente. ¿Qué había hecho el principiante del futuro carnet?. Frenar rápidamente. ¿Por qué? Muy sencillo, según explicó él / ella:
“Como bien dijo Vd. –refiriéndose al ‘tribunal trasero’- la primera está a la izquierda… y, no pudiendo meterla deprisa, frené para que así entrara bien”.
¿Lo cogieron?...
Ni que decir tiene que el/la aspirante volvió a examinarse en la próxima convocatoria. ¿No sería que el examinador –léase tribunal- no tenía sentido del humor?
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